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 Lonchera escolar :

Una colación saludable no es una tarea complicada

Para sacarse un siete en nutrición, los especialistas recomiendan incluir frutas, cereales y lácteos en las jornadas diarias.

No es raro que papas fritas, galletas y chocolates formen parte de las colaciones escolares. La escasez de tiempo para dedicar a la cocina y las facilidades que ofrece el mercado han hecho que los "snacks" envasados desplacen a frutas y verduras de las preferencias culinarias infantiles.

Este cambio no sólo ha alterado la fisonomía de las loncheras, sino también la de los mismos escolares: hoy, el 16% de los alumnos de primero básico tiene obesidad. Porcentaje que aumenta en cursos superiores.

Durante el período escolar, "las colaciones que consumen los niños en el colegio pasan a tener un papel fundamental en su alimentación diaria", dice Mirta Crovetto, presidenta del Colegio de Nutricionistas de Chile.

Si el niño almuerza en su casa, debe llevar una colación ligera. Si tiene jornada completa, es bueno incluir una merienda para la tarde.
Por ello, "es importante enseñarles a elegir alimentos que contribuyan a mantener y promover conductas y hábitos alimentarios saludables".

No dar dinero

Lo mejor es comenzar el día con un buen desayuno, que incluya leche, pan, cereales y alguna fruta. Pero si el niño se alimenta a medias - por falta de tiempo o por inapetencia- , o estará un tiempo prolongado en el colegio, es importante incluir en su mochila una merienda adecuada. "El tamaño de la colación va a depender de la edad del niño, de su tamaño y del nivel de actividad que realice", precisa la doctora Eliana Reyes, directora de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica.

La profesional recomienda que la colación esté compuesta de alimentos nutritivos que sean ricos en proteínas y fibra, tales como lácteos, frutas naturales de la estación y cereales, o la combinación de ellos: yogur, pan con palta y quesillo o mermelada, o un sándwich de pollo y tomate, por ejemplo.

Sonia Olivares, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta), de la Universidad de Chile, precisa que "los lácteos son vitales porque, además de aportar proteínas, son la gran fuente de calcio".

Por eso, recomienda incluir una cajita de leche natural (idealmente, descremada o semidescremada) o con sabor. El queso y los postres de leche también son una buena opción para agregar en las colaciones.

Verduras y frutas (tres a cuatro diarias) también deben estar presentes, porque aportan vitaminas, minerales y fibra. Pero como "los niños no están acostumbrados a comerlas, hay que facilitarles el trabajo enviándoles la fruta picada. Si no, lo más seguro es que la manzana vuelva entera en la mochila", recomienda la doctora Reyes.

Las especialistas concuerdan en que se debe desterrar de las loncheras la comida "rápida" y todos los productos ricos en grasas saturadas y azúcares refinados, como las papas fritas, las ramitas, los dulces y chocolates.

Por lo mismo, es conveniente no darle dinero al niño para que compre su colación, ya que la tentación es grande e implica "traspasar la responsabilidad a ellos, que no siempre tienen idea de qué es lo más nutritivo", concluye Eliana Reyes.

Diario El Mercurio

Martes 9 de marzo del 2004