Los
autoadhesivos, superhéroes, tatuajes y demás
figuritas con que las cadenas de comida rápida
y la industria de los alimentos "chatarra" intentan
atraer a los niños están en la mira
de algunos políticos y expertos en salud.
La
fuerza de los mensajes televisivos y el atractivo
que ejercen las figuritas de regalo en las hamburguesas,
los cereales, las papas fritas y otros productos
inclinan con mayor fuerza a los niños a consumirlos
y con ello aumentan la tendencia a la obesidad y
el lastre de enfermedades que ésta acarrea.
Así lo
afirmó ayer el doctor Ricardo Uauy, académico
del Instituto de Nutrición y Tecnología
de los Alimentos (Inta) y uno de los redactores de
la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario,
Actividad Física y Salud de la OMS.
El
experto advirtió sobre la necesidad de que
tanto la industria alimentaria como el Estado, los
colegios y las propias familias se pongan en acción
para detener esta epidemia moderna, considerando
que entre los años 1990 y 2000 el porcentaje
de niños con sobrepeso en el país aumentó del
5 al 15 por ciento y actualmente bordea el 17 por
ciento.
"Los
niños piden lo que ven en la televisión,
más aún si viene con regalos. Y ante
la situación de salud de los chilenos -con
un 50 por ciento de la población hipertensa
y un 80% de las diabetes causadas por los malos hábitos
alimentarios-, creo que las empresas deben plantearse
el problema y autorregularse", dijo Uauy.
Malos
hábitos
En
la misma conferencia de prensa, el diputado Guido
Girardi anunció para la próxima semana
el envío de un proyecto de ley para prohibir
la publicidad de la comida chatarra dirigida a niños
y la venta de este tipo de alimentos al interior
de los colegios y en lugares cercanos.
Con
ello, dijo el parlamentario, Chile emularía
normativas como las implementadas en Estados Unidos,
donde algunos Estados retiraron de los colegios y
sus alrededores las máquinas expendedoras
de bebidas y alimentos hipercalóricos.
En
Chile, según la última Encuesta Nacional
de Salud, más de la mitad de la población
tiene sobrepeso y riesgo cardiovascular alto o muy
alto.
Diario El Mercurio
Jueves
3 de junio de 2004
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