La
fuga de 23 presos en la dependencia policial de la ciudad
de Rosario, fue estropeada cuando un interno de más
de 100 kilos de peso, apodado El Gordo,
quedó atorado en un tragaluz a través
del cual pretendía escapar. Roque Vivas, nombre
del recluso obeso, impidió de manera involuntaria
la fuga de sus compañeros que quedaron esperando
turno para salir través del tragaluz roto por
internos que aprovecharon la ausencia de las autoridades
en la subcomisaría 24 de Rosario, según
publicó hoy la prensa local.
Fuentes policíacas añadieron que la mayor
parte de los agentes de la subcomisaría del Rosario
salieron el lunes a investigar un robo, oportunidad
que aprovecharon los reclusos para romper el tragaluz.
En el momento del escape se encontraban únicamente
tres agentes en la subcomisaría, aunque debido
a la impaciencia de El Gordo,
procesado por asalto a mano armada, sólo pudieron
fugarse los primeros cinco internos que intentaron la
huida. Las autoridades tuvieron que romper el hormigón
con cincel para liberar a El Gordo,
a quien incluso se le clavó un pedazo de hierro
en la espalda al momento de forcejear su salida.
Agencia
de Noticias Orbe
Martes
26 de agosto de 2003
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