¿La razón? Cada día las células del organismo son atacadas por los radicales libres - sustancias generadas por una mala nutrición, el esmog, tabaquismo y un extenso etcétera- , responsables de la oxidación o el envejecimiento celular. Frente a esto, los llamados antioxidantes se han convertido en la panacea de la medicina preventiva en la medida que contrarrestan la acción de los radicales libres. Es precisamente en el equilibrio entre ambos donde estaría la salud, y en el desequilibrio - o estrés oxidativo- la base de muchas patologías.

Son ellas, como es el caso de algunas enfermedades cardiovasculares, oncológicas, dermatológicas y neurológicas, las que pueden ser tratadas hoy complementariamente, y con buenos resultados según sus seguidores, a través de la ozonoterapia.

Uno de ellos es el doctor Frank Hernández, del Centro de Investigaciones del Ozono (CIO), de Cuba.

Vías de aplicación

Si bien los radicales libres también se necesitan para cumplir ciertas funciones como, por ejemplo, destruir bacterias o metabolizar ciertas sustancias, cuando no son debidamente controlados por las células afectan directamente sus funciones y posibilidades de supervivencia. Estas moléculas son altamente oxidantes y si en un plazo determinado no son neutralizadas por las defensas del organismo, conducen al daño celular, que es el comienzo de los procesos patológicos, dice el especialista.

Justamente, una de las propiedades biológicas de la ozonoterapia es regular el estrés oxidativo a través de la activación de los sistemas antioxidantes de defensa del organismo. También posee otras propiedades como favorecer el metabolismo del oxígeno, modulación del sistema inmune y un alto poder germicida.

De manera natural, ciertos sistemas enzimáticos del organismo cumplen una función antioxidante, pero muchas veces es insuficiente. Por eso la medicina considera algunas terapias complementarias para combatir el estrés oxidativo, como dietas con frutas y verduras con alto contenido de antioxidantes y el uso de vitaminas y minerales. Otra alternativa es la ozonoterapia.

En Chile existen pocos centros que ofrecen esta terapia. Uno de ellos es el de la doctora cubana Yaisy Picrin, que mantiene un intercambio médico-científico con el CIO, y en donde se han tratado más de 900 pacientes, sobre todo en materia de obesidad.

En rigor, la ozonoterapia no hace bajar de peso en el corto plazo, pero por sus propiedades biológicas - y combinada con otras terapias, dietas y apoyo sicológico- contribuye a la reparación celular y a controlar una serie de enfermedades de base de los pacientes, dice Yaisy Picrin.

Existen diversas formas de aplicar el ozono, ya sea a través de inyecciones por vía venosa o intramuscular, de manera tópica (se aplica el gas directamente en la zona a tratar) o por insuflación rectal. No se utiliza por vía respiratoria porque es tóxico, advierte el doctor Hernández. En promedio, se requieren de 15 a 20 sesiones (que cuestan unos 10 mil pesos cada una), las que se repiten tres o cuatro veces al año.

Otra alternativa de aplicación es a través de un sauna con ozono, método que está disponible en el Centro Médico Life Extension, donde utilizan ozonoterapia desde hace dos años. El paciente se sienta dentro de un cajón de fibra de vidrio, donde recibe vapor de agua y ozono por unos 15 a 30 minutos. Por lo general, se requieren unas 10 sesiones con un costo total de $150 mil a $200 mil.

Pese a que se utiliza en pequeñas concentraciones que no lo hacen tóxico, la ozonoterapia no es recomendada para pacientes con anemias agudas, epilepsia, hipertiroidismo y mujeres embarazadas o en lactancia.

Para delatar al culpable

En la actualidad, se utiliza una serie de biomarcadores para realizar el diagnóstico del estrés oxidativo, un factor fundamental para establecer un tratamiento en quienes tienen alguna de las enfermedades asociadas a él. Sin embargo, ninguno es completamente exacto.

Por ello, en Cuba han desarrollado un método que, a través de muestras de sangre, determina la actividad oxidante y antioxidante del organismo, mediante cuatro biomarcadores representativos. Estos datos se procesan en un sistema computacional que, al cabo de 24 a 48 horas, determina la presencia o no de estrés oxidativo en una persona, y su grado de severidad.

Este método estará disponible en el centro de la doctora Yaisy Picrin en el corto plazo.

EN INTERNET

Centros y organizaciones de ozonoterapia

www.yaisypicrin.cl

www.lifextension.cl

www.int-ozone-assoc.org

www.ozono.cubaweb.cu

Diario El Mercurio. Cristian M. González S.

Viernes 12 de Diciembre de 2003