Un estudio, publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition, descubrió que las dietas con alto contenido de granos enteros se vinculan a menores aumentos de peso en el largo plazo.

Los científicos utilizaron datos del Estudio de Salud de Enfermeras, hecho en Estados Unidos, para examinar la asociación entre el consumo de granos enteros y el aumento de peso a través del tiempo. Para ello se basaron en la información reportada por 74 mil enfermeras entre 38 y 63 años sanas; es decir, sin problemas cardiovasculares, cáncer ni diabetes.

Como primera conclusión se determinó que, en general, las mujeres que consumían más granos enteros pesaban menos que las que consumían pocos. Durante los 12 años de estudio, las que presentaron el mayor aumento en el consumo de fibra también subieron menos kilos (49% menos), en comparación con las que lo aumentaron levemente.

En cambio, el consumo de granos refinados - que se hallan en el pan blanco, el arroz blanco, las galletas, queques y tortas- se asoció con un alza de peso mayor en ese período.

Bueno para la digestión

Los resultados del estudio no explican por qué las dietas ricas en granos se asocian a un menor aumento de peso, pero los científicos lo atribuyen a que dan sensación de saciedad y a que afectan el uso de insulina del organismo, y con ello el almacenamiento de grasa.

Aún son necesarias más investigaciones para corroborar los resultados de este estudio. Mientras tanto, los nutricionistas continúan recomendando incluir en la dieta una gama amplia de alimentos de grano entero, ricos en fibra, independiente de que se quiera o no bajar de peso.

Consumir estos granos es particularmente beneficioso en la tercera edad, ya que la mayor cantidad de fibra ayuda a los adultos mayores a mejorar la digestión, contrarrestando en parte el enlentecimiento del aparato digestivo.

Diario El Mercurio

Lunes 22 de Diciembre de 2003