Artículos como calzadores de zapatos para que la persona no se tenga que agachar, esponjas con largos mangos que llegan a todo el cuerpo o balanzas que soportan hasta media tonelada, facilitan la vida de este creciente sector de la población, y multiplican, paradójicamente, los negocios relacionados con este atractivo nicho de mercado.

Este es el caso de AmpleStuff (Artículos amplios, en castellano), cuyos artilugios para los viajes o el baño -desde extensiones para los cinturones en los aviones y automóviles hasta toallas talla Goliat para secarse después de la ducha- le han granjeado buenos dividendos.

Sus fundadores, Nancy Summer y William J. Fabrey, cranearon esta empresa para "mejorar las vidas y la autoestima de la gente grande".

Así ocurre también con la firma Large Directory (www.largedirectory.com, Gran Directorio, en castellano), que ofrece artículos de ropa, zapatos y joyería.

Según datos de esta industria, las tallas más grandes ya representan el 20% de todas las ventas para mujeres.

Incluso la sociedad civil se está movilizando por la gordura: la Asociación de Obesos de Estados Unidos lucha por que se considere a la obesidad como una enfermedad y que se pueda tratar a través del seguro médico; y la Asociación Nacional para proteger la Aceptación de los Gordos (Naafa) batalla, entre otras cosas, por que las aerolíneas no cobren más a las personas que no caben en un solo asiento en el avión.

Pero según Julie Gerberding, directora de los Centros para la Prevención de Enfermedades (CDC), esto crea la sensación de que la obesidad es normal, cuando en realidad "es el principal problema de salud en este país, es una catástrofe".

Gerberding cuenta que el 65% de la población adulta padece obesidad o sobrepeso; y agrega que este último ítem (personas con 50 kilos o más de sobrepeso) se cuadruplicó entre 1986 y 2000.

Diario Las Ultimas Noticias // EFE / A.P.

Jueves 20 de noviembre de 2003