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ACTUALIDAD
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Para bajar esos kilos
de más: |
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La
dieta con sangre entra
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Si
el régimen para adelgazar no funciona, es muy
posible que no sea el más adecuado al grupo sanguíneo
del paciente, señala el doctor Gonzalo Zúñiga,
de Integramédica.
Más de 20 años lleva trabajando con pacientes
obesos el doctor Gonzalo Zúñiga, de Integramédica:
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"En
este tiempo he descubierto que se puede adaptar la dieta de
acuerdo a la genética de la persona, lo que implica considerar
los grupos sanguíneos. En definitiva, hay ciertos alimentos
más compatibles para unos que para otros"
Basado
en estudios realizados por médicos naturistas de Estados
Unidos, el especialista ha determinado que el grupo O de sangre,
el más frecuente, es más carnívoro; por
ende, si abusa de las harinas y los lácteos a su régimen
de alimentos, engordará más fácilmente.
"Se supone que fue el grupo de sangre de los primeros
habitantes, que vivían en Africa y eran cazadores".
Curiosamente, cuando comen carnes, tienden a bajar sus índices
de colesterol.
Cuando
emigraron a Asia y Europa, se transformaron en agricultores
y perdieron en parte su capacidad para digerir carnes y su
grupo de sangre es el A. Estas personas llevan bien la dieta
vegetariana. Si ingieren carnes o grasas, no sólo es
probable que suban de peso, sino que se eleve su colesterol
y sufran riesgos cardiovasculares.
El
grupo B se da con más frecuencia en los nómades,
pastores, como mongoles, judíos y gitanos. Son omnívoros,
es decir, comen todo tipo de alimentos, incluidos carnes y
lácteos, pero presentan cierta intolerancia al pollo,
el choclo, las semillas de sésamo y algunas legumbres.
Si no respetan esos alimentos, corren el riesgo de presentar
patologías como diabetes.
El
más complejo es el grupo AB, que no es originario,
sino producto de mezcla entre personas de sangre tipo A y
tipo B. Deben ser bastante vegetarianos en general.
Los
alimentos que no presentan restricciones, afirma el doctor
Zúñiga, son los pescados, las verduras especialmente
de hojas verdes, las frutas no muy dulces y el arroz.
En todo caso, advierte el médico, la cocción
cambia el índice glicémico, lo que significa
que es preferible comer alimentos al dente, pues si están
más cocidos, engordan más.
Otras
técnicas para lucir más esbeltos
Para
personas con "sobrepeso discreto, es decir, máximo
de 20 kilos de más", define el cirujano plástico
Héctor Valdés, "lo primero es recetarles
una dieta para que bajen unos diez kilos, y luego se les puede
aplicar una lipoaspiración". El especialista aclara
que este tipo de cirugías no están orientadas
a que los pacientes adelgacen, sino a que moldeen su figura,
"un concepto puramente estético".
Se
han ido incorporando diversas técnicas para que, con
esta intervención, no haya necesidad de realizar incisiones
y, por ende, la persona sangre menos y tenga una recuperación
más rápida y menos dolorosa; entre ellas, enumera
Valdés, la aspiración ultrasónica, la
hidroaspiración, la vibroaspiración, la lipoaspiración
con láser.
Valdés
explica que ya no se recomienda que una persona "se haga
entera"; si requiere modelar una parte importante de
su cuerpo, es preferible que se someta a dos o tres sesiones,
para disminuir los riesgos, que ocasionalmente pueden llegar
hasta la muerte. El médico señala que se puede
retirar tejido adiposo prácticamente de todas partes:
mejillas, cuello, contornos de la axila, brazos, abdomen,
espalda, cintura, caderas, glúteos, zona lateral de
los muslos o zona interna de las rodillas.
El
período postoperatorio varía, dependiendo de
qué anestesia se utilizó (local, local con sedación,
epidural, general) y de las dimensiones de la intervención.
En todo caso, si la envergadura es mayor, a las tres semanas
aproximadamente el paciente podrá volver a su vida
normal.
También
los costos son relativos. Como referencia, una lipoaspiración
de abdomen puede costar entre uno y tres millones de pesos.
Máquinas,
vendas, frío y calor
Si
la persona no quiere someterse a una operación, existen
los institutos de estética con novedades permanentes
para reducir el sobrepeso. Aclarando que estos tratamientos
van siempre acompañados de un régimen alimentario,
la kinesióloga Donka Avdaloff da algunos ejemplos:
Termolipólisis:
Consiste en aplicar calor profundo con ondas de rayos infrarrojos
a través de bandas con un gel que quema grasas.
Endermología:
Son rodillos que provocan una movilización de las grasas,
aumento en la circulación sanguínea y disminución
en los lípidos. Con una máquina se efectúan
drenajes para eliminar los lípidos.
Termojet
o corpojet: Se aplican pulsos eléctricos que permiten
reafirmar el aspecto muscular, quemar las grasas, reducir
la flaccidez y la celulitis. Esta máquina tiene 9 programas
distintos que se seleccionan según los requerimientos
del paciente.
Otras
técnicas más tradicionales para ayudar a reducir
y moldear la silueta son los masajes manuales, las bandas
con fangos, algas, gel criógeno y otros, y el ultrasonido.
Habitualmente,
explica la kinesióloga, los tratamientos duran entre
15 y 20 sesiones (se realizan dos o tres por semana) y su
costo fluctúa entre $120.000 y $170.000. El objetivo
es reducir alrededor de diez kilos; luego se hace un mantenimiento
semanal.
Sea
cual fuere el método que se elija, si una persona quiere
adelgazar, inevitablemente va a tener que poner de su parte
y someterse a una dieta.
Diario
La Segunda
Viernes 17 de Octubre de 2003
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