Según la Secretaría de Salud de Buenos Aires, los índices de las enfermedades relacionadas con desórdenes alimentarios triplican a los de Estados Unidos, y su aparición se da generalmente entre los 14 y los 20 años de edad. “La incidencia aumenta año tras año, pues una de cada diez adolescentes argentinas sufre de desarreglos al comer. Incluso, se ha extendido cada vez más entre los varones”, asegura el informe.

Y como muestra, un botón. De 114 personas que se atendieron en hospitales públicos por distintos síntomas este año, 55 de ellos -es decir, el 48 por ciento- fueron diagnosticados con el problema.

En Chile

Si bien nuestro país no presenta índices tan altos, el médico nutriólogo Jaime García, advierte que “estas patologías en la conducta alimentaria se están haciendo cada vez más frecuentes, incluyendo al sexo masculino. En los últimos 10 o 15 años se piensa que la gente con anorexia y bulimia se ha duplicado. Incluso, niñitas de 9 a 10 años la padecen”.

-¿Y eso por qué?

-Fundamentalmente por un factor cultural que le atribuye mucha importancia a la delgadez. Eso va desde las muñecas Barbie hasta las modelos y la televisión.

Si bien en la anorexia y la bulimia la fobia es a engordar, en la primera se evita comer, mientras que en la segunda se desencadenan atracones de comida, seguidos de culpa, para luego terminar en vómitos provocados.

El especialista explica que de las alteraciones mentales, la anorexia tiene una mortalidad alta. Es más frecuente en las mujeres, pues la relación con los hombres es de 1 a 9, y en el caso de la bulimia, de 5 a 1.

Por lo general, quienes sufren este tipo de patologías “son personas perfeccionistas, ambiciosas, muy inteligentes y con mucha hiperactividad”, comenta el doctor.

Según la siquiatra Dafne Díaz -Tendero, del Centro Especializado en Patologías Alimentarias (Cepa), quienes sufren de estas enfermedades “evitan los lugares públicos de comida porque les da vergüenza que las vean comiendo, tratan de no estar en su casa durante las horas de comida y juegan con el alimento hasta que lo botan sin que nadie se dé cuenta”. Además, “se aíslan de su familia porque comienza a controlarlas, no reconocen que están enfermas, usan ropa ancha para ocultar el cuerpo y dejan de salir con sus amigos para que nadie les diga que están gordas”, agrega la especialista.

Para tratarlas, se requiere de un equipo médico compuesto por siquiatras, sicólogos y nutriólogos. Pero como prevenir es mejor que curar, hay que estar atento frente a los siguientes síntomas: delgadez, hacer dietas muy seguido, obsesión por las calorías y si la adolescente desaparece rápido después de las comidas.

Las cifras no mienten

Según datos del Centro Neurosiquiátrico de Santiago (CNPS), unas 500 mil chilenas de entre 14 y 30 años son afectadas por alguna de estas patologías, que hasta en un 20% de los casos llegan a la muerte. Se calcula que habría 70 mil que sufren de anorexia y otras 350 mil que padecen de bulimia.

Y los hombres no se quedan atrás. Cerca del 1% de las cifras antes mencionadas les corresponden, cuyo peak ocurre entre los 14 y 18 años de edad.

A.P/K. Alegría. Las Ultimas Noticias

Sábado 27 de septiembre de 2003