Patricia
Flores tiene 33 años y nunca se ha bañado
en el mar. La razón: obesidad mórbida.
Mide un metro 63 centímetros y pesa cerca de
160 kilos, cuando su peso ideal bordearía los
70.
“
Pregúntame qué doctor no he ido a ver desde los 14 años...
Cuando me dicen que hay que pagar una cuenta es un suplicio. Es terrible,
porque estás en la fila y la gente te mira”, cuenta llorando.
Su caso es uno de los 220 que ha recibido la flamante Corporación Baros,
una agrupación sin fines de lucro creada para operar a obesos mórbidos
de escasos recursos. Su presidente es el doctor Marcos Berry y una de sus principales
integrantes es la animadora Vivi Kreutzberger.
“
Tengo familiares y amigos que han tenido la suerte de acceder a tratamientos
contra la obesidad y los beneficios son tan increíbles que me
parece el colmo que no todos los chilenos tengan la posibilidad y oportunidad
de cambiar su calidad de vida”, dice la hija de Don Francisco.
“
Me parece una obligación no solo mía, sino de todos quienes
estamos en la televisión, retribuir de alguna forma todo lo
que el público nos entrega”, añade.
Cruzada personal
El doctor Marcos Berry dijo que “la obesidad mórbida es hoy el
principal problema de salud pública en cuanto a nutrición” y
que en Chile hay 150 mil personas con este mal. De ellas, sólo se operan
unas 600 al año, porque la cirugía cuesta más de tres
millones de pesos.
La idea de la Corporación es que las municipalidades pongan dinero y
les deriven los casos. Los profesionales de Baros operarían “al
costo” y los pacientes lo harían gratis, o con un copago muy bajo. “Queremos
operar nuestro primer paciente a más tardar en la primera semana de
julio. Nuestra meta es operar alrededor de 25 personas por mes”, contó Berry.
Patricia Flores quiere ser la primera elección de la comuna de La Florida.
Para ello inició una cruzada personal para sensibilizar al alcalde,
Pablo Zalaquett, para que se integre a Baros.
“ Mi sueño es sentarme a tomar un café en plena calle y no
tener que taparme con la cartera. Entrar a una tienda a comprar ropa y que no
te reciban diciendo no tengo nada para usted y poniendo cara de asco. Lo único
que quiero es poder pararme en forma digna frente a la vida, que no me apunten
con el dedo. Éste es un problema muy triste”, comentó angustiada.