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Setenta millones de personas en éxtasis por dieta que permite grasas :

Catherine Zeta-Jones y Whoopi Goldberg son sólo dos de las muchas seguidoras de la dieta Atkins que deben haber visto con horror cómo su gurú en temas de peso, el doctor Robert Atkins, moría el año pasado por culpa de graves problemas cardíacos y con un sobrepeso horrible.

 

Y es que una de las dietas más famosas que han conquistado al mundo y a Hollywood tiene la particularidad de ser de lo menos sano que se ha visto. Adiós a los carbohidratos y bienvenidas las grasas y las proteínas. Esta frase resume la idea de la dieta que inventó y siguió Atkins y que se parece demasiado al nuevo régimen que ha revolucionado los estómagos, las despensas y hasta el mercado estadounidense.

 

Según “Clarín”, la dieta de moda se llama “low carb” y ya tiene más de 70 millones de seguidores en el país del norte. Y por sus características queda más que claro que el susto inicial provocado por el mal estado en que terminó Atkins ya pasó.

 

Como lo indica su nombre, la alimentación “low carb” se basa en un consumo muy reducido de carbohidratos y en uno muy alto de proteína animal. O sea, salen de la mesas el pan, las pastas, el arroz, por nombrar a algunos alimentos ricos en carbohidratos, y la carne, los huevos, quesos y frituras reinan en gloria y majestad. La idea es que cuando el cuerpo agota o no encuentra los carbohidratos para producir energía comienza a alimentarse sólo de grasas y las consume. O sea, nada más lejos de una dieta equilibrada.

 

Y como son tantos los que han adoptado esta nueva forma de comer, el mercado no tuvo otra opción que acusar recibo. Sólo por dar algunos ejemplos se puede contar que la Coca-Cola y la Pepsi lanzaron sus versiones bajas en carbohidratos y que nuevos productos que siguen esta línea han inundado supermercados, cadenas de comida rápida y restaurantes tradicionales.

 

Es más, han aparecido muchas cervezas que se pavonean en sus etiquetas de ser “low carb” y también es posible encontrar cereales y papas fritas que cumplen con las nuevas reglas de la moda dietética.

 

Y los que parecen datos anecdóticos han sacudido a la industria alimenticia de Estados Unidos. Cada vez menos gente consume harinas y papas, mientras las carnes rojas, los mariscos y las aves han tenido un repunte impresionante.

 

Habrá que esperar unos buenos años para saber si estos millones de estadounidenses que reniegan de los carbohidratos terminarán bien su experimento alimenticio o si se convertirán en obesos y enfermos reflejos de un médico llamado Robert Atkins.

 

Diario Las Ultimas Noticias

Domingo 20 de junio de 2004