El miércoles abrió sus puertas la primera clínica especializada en tratar a mascotas gordas, a las que se les recetará una dieta específica para bajar esas anchuras. Se trata de la clínica Royal Canin, perteneciente a la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, según informó el diario británico “The Guardian”.

El hospital también investigará por qué las mascotas son cada día más propensas a desarrollar enfermedades relacionadas a la obesidad, como la diabetes en los gatos, la artritis en los perros e incluso la depresión.

El director de la clínica, Alec German -que paradójicamente tiene un gato inmensamente gordo: Clarence- explicó: “Empezamos conversando en detalle con el propietario de la mascota. Le preguntamos cuál es el estilo de vida del animal, el ambiente en que se mueve, qué y cuánto come y los ejercicios que hace”.

“Le practicamos un test de sangre y de orina para estar seguros de la salud del paciente. Luego le tomamos la presión arterial”, dijo German. También se les mide el índice de masa muscular.

La duda, consultada por “The Guardian”, es cómo hacer que un gato haga ejercicios. German contestó: “Hay que animarlo a salir más. O animarlo a que se divierta con un juguete para mascotas o que siga la luz de una linterna láser”.