El exclusivo
edificio Bahía Mar se ubica en Bocagrande,
la principal zona turística de Cartagena
de Indias, una ciudad que abraza con envidiable
relajo la cálida y húmeda costa caribeña
de Colombia. Es ahí, en un penthouse, que
se encuentra desde el miércoles pasado un
veraneante de peso: Diego Armando Maradona.
Según dice el propio Pelusa, sólo
se trata de unos días de vacaciones. |
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“Estoy aquí descansando.
Bajé por respeto a la gente y al trabajo de la
prensa, pero no voy a responder preguntas. Espero que
ustedes también me respeten”, dijo anteayer
a una decena de periodistas que esperaban al argentino
a la salida del Bahía Mar. Todos querían
salir de una duda: si es cierto que el ex capitán
de la albiceleste está en Cartagena para someterse
a una cirugía que le reduzca el tamaño
de su nada despreciable estómago.
Y aunque Diego contestó
con un lacónico “no me voy a hacer ninguna
operación”, los medios locales piensan
lo contrario.
“Te puedo contar que Maradona
no sale mucho del edificio, al que llegan principalmente
algunos argentinos que están de vacaciones. Ellos
le mandan camisetas y él las devuelve firmadas.
Sobre la operación, fuentes de la clínica
Medihelp Services aseguran que sería el próximo
jueves”, cuenta Vicente Arcieri, corresponsal
del diario “El Tiempo” de Colombia.
El médico Francisco Holguín,
quien atendió en ese recinto al trasandino, niega
que se tenga programada la cirugía, pero no por
eso cierra las puertas del quirófano.
“Le puedo decir que hasta
este momento, en el que estamos hablando, no se ha considerado
la intervención. Él no ha planteado esa
posibilidad. Ahora, es indudable que en una persona
de sus características, con un sobrepeso considerable,
es un tema que ha salido a colación”, admite
el facultativo desde Cartagena de Indias.
El problema, explica Holguín,
es que Maradona tiene obesidad mórbida -luce
un sobrepeso de 50 kilos-, la que confabula contra sus
problemas de hipertensión. “Por eso, una
operación para bajar de peso es completamente
beneficiosa”, asegura el colombiano.
Sin embargo, un enfermo como Maradona
tiene riesgos. El cirujano digestivo Julio Yarmuch,
profesor de la escuela de medicina de la Universidad
de Chile, lo explica.
“Por un lado, él
ha demostrado problemas cardiacos en el último
tiempo. Y lo otro, existe un problema de drogadicción
conocido por todos”, advierte. Es más:
agrega que la adicción a las drogas y el alcohol
son razones poderosas para no hacer la intervención.
Actualmente se realizan dos cirugías:
el bypass gástrico (se corta el estómago
y se deja funcionando sólo entre un cinco y un
quince por ciento de su capacidad) y el banding gástrico
(una banda que se coloca en la parte alta del estómago,
también para reducir su capacidad, cosa que el
paciente se sienta satisfecho con menos comida).
¿Optará entonces
Maradona por una de las dos? Él dice que no.
Una decena de periodistas sigue a la entrada del Bahía
Mar.
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Viernes
18 de febrero de 2005 |
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