Una nueva investigación sugiere que la obesidad quizá no empeore el asma, como muchos expertos creen, sino que tal vez suprime la respuesta a los medicamentos usados comúnmente para controlar esta afección crónica.
Los corticosteroides inhalados son los medicamentos que se recetan con más frecuencia para tratar al número creciente de asmáticos, muchos de los cuales tienen sobre peso o son obesos.
"Este estudio plantea la inquietud de que las personas asmáticas podrían no responder tan bien a los tratamientos recomendados por las directrices", dijo el Dr. E. Rand Sutherland, autor principal de un estudio que aparece en la edición reciente de la Journal of Allergy and Clinical Immunology y profesor asociado de medicina en National Jewish Health y la Universidad de Colorado en Denver. "Si los médicos no vuelven a examinar a los pacientes obesos después de que empiecen el tratamiento de esteroides inhalados, si no les preguntan qué tan efectivos son o no hacen los cambios de lugar, entonces las personas obesas que tienen asma podrían ser tratadas con menos eficacia que sus homólogos".
Otro experto estuvo de acuerdo con la evaluación.
"Quizá signifique que debemos administrar más medicamentos a estos pacientes", dijo el Dr. Len Horovitz, especialista pulmonar del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York. "Si responden con menos eficacia, quizá tengamos que ajustar la dosis en función del peso corporal, y ahora la mayoría de los medicamentos para el asma tienen una dosis estandarizada".
El asma es cada vez más prevalente, además una investigación anterior sugirió que probablemente existía una relación entre el sobrepeso o la obesidad y el asma.
"Algunos estudios han subrayado la posibilidad de que exista una relación entre la obesidad y el asma, sobre todo con respecto a que la obesidad incrementa el riesgo de desarrollar asma, de que agrava el asma o que dificulta su tratamiento", dijo Sutherland.
Un estudio del año pasado informó que las personas obesas que tienen asma son cerca de cinco veces más propensas a ser hospitalizadas por esta afección y a tener una menor calidad de vida y peor control de la enfermedad que los asmáticos que tienen un peso normal.
Pero los estudios más recientes sugieren que quizá ese no sea el caso, señaló Sutherland.
En este último estudio, Sutherland y colegas analizaron el índice de masa corporal (IMC) así como los datos de tratamiento de 1,256 individuos con asma entre leve y moderada.
Los participantes que tenían sobrepeso o que eran obesos obtuvieron resultados levemente peores en medidas estándares de la gravedad del asma, como la función pulmonar y la predisposición a la constricción de las vías aéreas, destacó Sutherland, aunque no lo suficiente como para resultar en una diferencia clínica real.
"Tener un IMC alto no parece realmente estar asociado a formas de asma más severas", agregó.
Horovitz sí apuntó que las personas más pesadas tendían a tener más falta de aliento. "Quizá lo asumimos como un empeoramiento del asma", destacó.
Sin embargo, la respuesta a los medicamentos, tomó una inclinación diferente.
Cuando analizamos un subgrupo de 183 personas, los delgados que usaban corticosteroides inhalados mostraron un nivel 55 por ciento menor en una medida de inflamación de las vías aéreas.
Las razones exactas de estos hallazgos no están claras, lo que indica la necesidad de mayores estudios, señalaron los investigadores.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: E. Rand Sutherland, M.D., associate professor, medicine, National Jewish Health and the University of Colorado, Denver; Len Horovitz, pulmonary specialist, Lenox Hill Hospital, New York City; April 2009, Journal of Allergy and Clinical Immunology
HealthDay
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