Las mujeres obesas embarazadas deben limitar su aumento de peso durante el embarazo a entre once y veinte libras (de cinco a nueve kg) para proteger su salud y la del bebé, según directrices de expertos recién actualizadas.
Ese nivel de aumento de la gestación de peso es cerca de la mitad de lo que se recomienda para las mujeres embarazadas de peso normal, y refleja inquietud sobre el creciente número de mujeres obesas embarazadas en los Estados Unidos.
Las nuevas directrices, las primeras desde 1990, fueron publicadas conjuntamente el 28 de mayo por el Instituto de Medicina y el Concejo Nacional de Investigación.
"Observamos la proporción de resultados maternos relacionados al aumento de peso en el embarazo y problemas relacionados con el resultado del feto y el recién nacido", explicó el Dr. Patrick M. Catalano, presidente de obstetricia y ginecología de la Universidad de Case Western Reserve, y miembro del comité que redactó las nuevas directrices.
"Hay evidencia sólida de que la cantidad de aumento de la gestación de peso para una mujer obesa puede relacionarse con el riesgo de necesitar una cesárea y con la retención del aumento del peso tras el embarazo, lo que coloca a la mujer en mayor riesgo en futuros embarazos", apuntó Catalano.
Por lo general, los médicos definen el sobrepeso como un índice de masa corporal (IMC) de entre 25 y 30, y la obesidad como un IMC de treinta en adelante. El IMC se basa en el peso y la estatura. Por ejemplo, una mujer de cinco pies y seis pulgadas (1.68 m) y que pese entre 115 y 154 libras (entre 52 y 70 kg) tendría un IMC en el rango normal.
Pero los niños nacidos de madres con sobrepeso u obesas se enfrentan a un riesgo de nacimiento prematuro o de ser más grande de lo normal durante el parto, con grasa adicional, señaló Catalano. Los bebés que nacen grandes pueden sufrir de que se les atasquen los hombros y de fracturas de clavícula, advierten los expertos, y son propensos a tener sobrepeso u obesidad y diabetes tipo 2 más adelante. Y un recién nacido excesivamente grande conlleva un riesgo para la madre en el parto, lo que incluye desgarre vaginal, sangrado y con frecuencia la necesidad de cesárea.
Los bebés nacidos con sobrepeso también se enfrentan a mayores probabilidades de problemas de salud como enfermedad cardiaca y diabetes. Los niños nacidos de forma prematura pueden sufrir de trastornos del desarrollo mental y físico.
En el otro extremo del espectro, los autores del informe anotaron que las mujeres que tienen bajo peso durante su embarazo aumentan las probabilidades de su bebé de crecimiento fetal inadecuado y parto pretérmino.
Entonces, según las nuevas directrices, mantener un peso corporal normal y aumentar sólo la cantidad recomendada de peso durante el embarazo es la mejor manera de reducir los riesgos de madre e hijo.
Específicamente, las directrices aconsejan que:
- Las mujeres de peso normal (que tienen un IMC de 18.5 a 24.9) aumenten de 25 a 35 libras (11 a 16 kg) durante el embarazo.
- Las mujeres con peso bajo (las que tienen un IMC de menos de 18.5) deben aumentar de 28 a 40 libras (13 a 18 kg) durante el embarazo.
- Las mujeres con sobrepeso deben aumentar de 15 a 25 libras (siete a once kg).
- Las mujeres obesas apenas deben aumentar entre once y veinte libras (cinco a nueve kg).
La última recomendación marca un cambio respecto a las directrices de 1990, que recomendaba que las mujeres obesas embarazadas aumentaran al menos quince libras (casi siete kg) durante el embarazo.
Los autores del informe también se sentían preocupados con el peso de la madre en la concepción. Casi dos tercios de las mujeres estadounidenses en edad fértil tienen sobrepeso, y casi un tercio son obesas, señala el informe. Por tanto, el comité recomendó que las mujeres intenten alcanzar un IMC normal antes de concebir, y que luego aumenten la cantidad adecuada de peso durante el embarazo.
El comité también recomienda que los médicos provean asesoría de dieta y ejercicio a las mujeres antes de la concepción para que pueda alcanzar un IMC normal antes de quedar embarazadas. Además, la atención prenatal debe enfocarse en mantener el aumento de peso dentro de las directrices recomendadas.
Aumentar de peso en exceso durante el embarazo se está haciendo común. Según un estudio que apareció en noviembre en la revista Obstetrics & Gynecology, casi una de cada cinco mujeres estadounidenses sobrepasan actualmente los niveles recomendados de aumento de peso durante sus embarazos.
Seguir las nuevas directrices "puede ser beneficioso para madre y bebé", aseguró Catalano. "Mientras más cerca se puede estar al peso normal antes de quedar embaraza es para ventaja de la madre y también del bebé, porque sabemos que el peso previo al embarazo es una variable muy importante para estos resultados, además del aumento de peso en el embarazo".
El Dr. Michael Katz, vicepresidente principal de los programas de investigación y globales de March of Dimes, patrocinador del informe, mostró dudas sobre el impacto de las nuevas directrices a largo plazo.
"Las mujeres embarazadas se preocupan mucho sobre el resultado, de manera que responden a las recomendaciones, pero no duran mucho", advirtió Katz. "La obesidad y el sobrepeso son situaciones crónicas. Si una mujer tiene sobrepeso, debería primero ajustar su peso, y lego quedar embarazada. Y cabría la esperanza de que mantuvieran el peso bajo control posteriormente, pero es poco probable".
Perder peso y mantener la pérdida es un compromiso de toda la vida, señaló Katz. Tener bajo peso también es un problema, "pero la obesidad es por mucho el problema más prevalente y grave", sentenció.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
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