Mientras que tener una mala imagen del propio cuerpo puede ser nocivo, la percepción positiva de su figura y talle amenazaría la salud de algunas mujeres.
Un estudio sobre 81 mujeres citadinas, en su mayoría de minorías, revela que mientras dos tercios tenían sobrepeso u obesidad, muchas consideraban que estaban más delgadas.
Cuando se les mostraron siluetas con distintos tipos de cuerpos, el 70 por ciento eligió una figura con peso normal o con sobrepeso moderado como el tipo más cercano al propio. Sólo cinco de las 31 mujeres obesas eligieron una silueta similar a sus pesos y figuras reales.
Asimismo, el 20 por ciento de las mujeres obesas eligió una silueta obesa como el tipo corporal "ideal", publicó American Journal of Obstetrics and Gynecology.
Los resultados sugieren que muchas mujeres con sobrepeso ignorarían los riesgos para su salud, aseguraron los investigadores.
"De modo que la pregunta para los médicos sería '¿Cómo podemos tratar adecuadamente a nuestros pacientes con sobrepeso y obesidad cuando ellos no sienten que están en riesgo?'", declaró a través de un comunicado universitario la autora principal del estudio, doctora Marisa Rose, del Hospital Universitario de Temple, en Filadelfia.
Los resultados, que pertenecen a un grupo que en su mayoría eran afroamericanas e hispanas atendidas en la clínica de planificación familiar en Temple, se suman a las evidencias de que muchas mujeres con sobrepeso de las minorías considerarían que tienen peso normal.
El estudio, opinó Rose, "destaca la necesidad de una educación culturalmente sensible para esa población".
Eso significa, agregó, comprender los hábitos de vida de una mujer desde una perspectiva social y económica, y aconsejarla de manera tal de persuadirla a cambiar.
"Por ejemplo, algunas afroamericanas citadinas tienen una alimentación rica en frituras y/o comida rápida. Eso está muy arraigado en la cultura y la tradición, y también económicamente", dijo la experta.
Para los autores, daría más resultado pedirle a una mujer que coma más verduras y frutas y que disminuya algunos alimentos fritos.
Estudios previos, recordó Rose, habían demostrado que esos "mensajes culturalmente sensibles" puede movilizar a adaptar hábitos alimentarios más saludables.
FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology, mayo del 2009
Reuters Health
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