Un estudio reciente asegura que cuando usted consume alimentos ricos en grasa, su cerebro forma recuerdos a largo plazo de esta experiencia.
El hallazgo complementa conocimientos acerca de la relación entre las grasas de la dieta y el control del apetito y podría conducir a nuevas maneras de tratar la obesidad y otros trastornos alimenticios, según investigadores de la Universidad de California en Irvine.
En estudios anteriores, hallaron que los ácidos oleicos obtenidos de las grasas se transforman en un compuesto llamado oleiletanolamida en la región superior del intestino delgado. La oleiletanolamida envía mensajes de control del hambre al cerebro para incrementar la sensación de llenura. Los niveles elevados de este compuesto pueden reducir el apetito.
En el nuevo estudio, los investigadores hallaron que la oleiletanolamida también causa consolidación de recuerdos, en el que aquellos superficiales y a corto plazo se convierten en recuerdos significativos a largo plazo. La oleiletanolamida hace esto activando señales que mejoran la memoria en la amígdala, el área del cerebro que tiene que ver con la retención de recuerdos de eventos emocionales.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.
"La oleiletanolamida forma parte del 'pegamento' molecular que hace que los recuerdos permanezcan", señaló en un comunicado de prensa de la universidad Daniele Piomelli, coautor del estudio. "Al ayudar a los mamíferos a recordar cuándo y dónde consumieron una comida grasosa, la actividad mejorada de la memoria de la Daniele Piomelli parece ser una herramienta importante de evolución para los seres humanos y otros mamíferos".
La capacidad podría haber sido un mecanismo de supervivencia para los humanos primigenios, pero las cosas han cambiado. Debido a que los alimentos grasosos ahora son sumamente abundantes, esta capacidad puede causar ganas que conducen al consumo excesivo y a la obesidad, aseguró Piomelli.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay 30 de abril de 2009
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