Las mujeres jóvenes que tuvieron un hijo en la adolescencia tienen más riesgo de engordar que aquellas sin chicos.
"Nuestros resultados son potencialmente importantes porque la adolescencia es considerada uno de los períodos críticos del desarrollo, que establece el escenario para la aparición de la obesidad en los próximos años", indicó el equipo de la doctora Erica P. Gunderson, de Kaiser Permanente en California.
Los resultados fueron publicado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.
En las mujeres adultas, el embarazo aumenta el riesgo de obesidad, explicó el equipo, y hay evidencias de que quedar embarazada y tener un hijo en la adolescencia influiría aún más en el peso corporal y la acumulación de grasa.
Para investigarlo, el equipo estudió a 1.890 mujeres que habían participado en un estudio nacional sobre el desarrollo y la salud a partir de los 9-10 años y a las que se había controlado anualmente durante una década.
El 17 por ciento había dado a luz cuando tenía entre 15 y 19 años; el 4 por ciento había tenido más de un hijo a esa edad; el 10 por ciento había quedado embarazada, pero no había tenido un hijo y el 69 por ciento no había quedado embarazada.
El 43 por ciento de las 983 afroamericanas había quedado embarazada en la adolescencia, comparado con el 19 por ciento de las 907 mujeres blancas.
A los 18 o los 19 años, el 28 por ciento de las blancas y el 49 por ciento de las afroamericanas tenían sobrepeso u obesidad. Pero entre las que habían tenido un hijo en la adolescencia, el 40 por ciento de las blancas y el 57 por ciento de las afroamericanas tenían sobrepeso u obesidad.
Las participantes afroamericanas que habían tenido uno o más hijos en la adolescencia pesaban más, tenían una circunferencia de cintura mayor, caderas más grandes y más grasa corporal que las afroamericanas que no habían tenido un embarazo adolescente.
La misma tendencia para la cintura y la grasa corporal se dio entre las blancas.
"La acumulación excesiva de grasa corporal en la adolescencia indicaría la aparición y la continuidad de la obesidad y el aumento de los niveles de insulina, lípidos y presión sanguínea en la edad adulta", escribió el equipo.
Los expertos agregaron que las mujeres que tienen el primer hijo antes de los 20 años tienen además alto riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.
Para los investigadores, se necesitan más estudios sobre los efectos del aumento del peso en el embarazo adolescente sobre el desarrollo y la acumulación de grasa.
FUENTE: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, abril del 2009
Reuters Health
10 de abril de 2009
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