Para las personas que están en rehabilitación cardiaca que tienen sobrepeso, unas caminatas más largas pero más lentas son mejores para perder peso y mejorar la salud cardiaca, en comparación con las caminatas más cortas a un paso más vivo, según encuentra un estudio reciente.
Se encontró que las caminatas frecuentes, largas y lentas (de 45 a 60 minutos al día a un paso moderado, entre cinco y seis días a la semana) quemaban más calorías, mejoraban la función cardiaca, y reducían el peso y la grasa corporales. El régimen estándar para la rehabilitación cardiaca conlleva caminar, montar bicicleta o remar durante 25 a 45 minutos a un paso vivo tres veces a la semana.
"Los beneficios de la pérdida de peso no han estado tan claros para los pacientes cardiacos", apuntó el Dr. Philip A. Ades, profesor de medicina y director de rehabilitación y prevención cardiacas del Colegio de medicina de la Universidad de Vermont, autor líder del estudio. "Y los médicos por lo general se sienten pesimistas de que sus pacientes puedan lograr perder peso".
De hecho, la mayoría de los programas de rehabilitación cardiaca no han sido eficaces para la pérdida de peso, señaló Ades.
"El motivo por el cual la gente no pierde peso en la rehabilitación cardiaca es que no quema suficientes calorías con el ejercicio", advirtió.
Caminar puede quemar más calorías que montar bicicleta o nadar, explicó Ades, porque los caminantes llevan todo su peso corporal por sí mismos, en lugar de que la bicicleta o el agua aguanten su peso. La gente tiene que montar bicicleta o nadar mucho más, apuntó, para obtener el mismo efecto de gasto calórico que caminar.
El informe aparece en la edición en línea del 11 de mayo de la revista Circulation.
En el estudio participaron 74 pacientes de enfermedad cardiaca coronaria, también llamada enfermedad arterial coronaria, que tenían sobrepeso y que estaban inscritos en un programa de rehabilitación cardiaca. Se les asignó al azar a un régimen de ejercicio diseñado para quemar entre 3,000 y 3,500 calorías por semana o a un programa ejercicio de rehabilitación estándar diseñado para quemar entre 700 y 800 calorías por semana.
El programa de alto gasto calórico se basó en ejercicio que no era más intensivo que el programa de rehabilitación estándar, pero que se hacía con mayor frecuencia (entre cinco y siete veces por semana, en lugar de tres), y de mayor duración (entre 45 y 60 minutos por sesión, en lugar de 25 a 40), según el estudio. Los participantes no caminaron una hora por sesión desde el principio, sino que aumentaron su capacidad gradualmente, explicó Ades.
El ejercicio para el grupo de rehabilitación estándar incluía una combinación de caminatas y bicicleta o remos.
Tener sobrepeso aumenta el riesgo de ataques cardiacos así como otros factores de riesgo, como hipercolesterolemia, hipertensión y diabetes, señalaron los investigadores.
Luego de cinco meses, las personas del grupo de alta quema calórica (los que caminaban más tiempo, más lentamente y con mayor frecuencia) mostraron más mejora en la sensibilidad a la insulina, en la presión arterial, y en la aptitud cardiaca y respiratoria que las personas en el grupo de ejercicio estándar, encontraron los investigadores.
Además, los de las caminatas largas y lentas perdieron un promedio de 8.1 kg (18 lb), frente a 3.6 kg (8 lb) entre los del grupo de rehabilitación estándar, y perdieron más grasa corporal (5.9 kg o 13 lb frente a 2.7 kg o 6 lb) y centímetros de cintura (7 o 2.7 pulg frente 5 o 2 pulg) que los demás.
Un año después del final del estudio, las personas del grupo de alta quema calórica habían recuperado un promedio de 1.3 kg (2.9 lb), y los del grupo de tratamiento estándar habían recuperado unos 0.9 kg (2 lb). Los investigadores señalaron que el peso y la grasa corporal siguieron siendo más bajos en ambos grupos que al inicio.
"Cualquier manera de perder peso es buena para los pacientes cardiacos y debe reducir su riesgo", señaló Ades. "Pero no se olvide del ejercicio. Es gran parte de la pérdida de peso. Caminar a diario y lejos, realmente significó una gran diferencia en la reducción del riesgo cardiaco.
El Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles, dice que opina que valdría la pena probar el régimen del estudio en quienes estén en programas de rehabilitación cardiaca.
"Hay una proporción creciente de individuos con sobrepeso u obesos", advirtió Fonarow. "Alcanzar un peso corporal sano es un desafío, incluso entre pacientes que se remiten a programas formales de rehabilitación cardiaca".
El estudio demostró que un nuevo protocolo de ejercicio dirigido a maximizar el gasto calórico relacionado con el ejercicio era más eficaz para lograr la pérdida de peso que un régimen de ejercicio estándar para la rehabilitación cardiaca, aseguró Fonarow. "También hubo una mejora en la sensibilidad a la insulina, los niveles de lípidos y los marcadores inflamatorios con el régimen de alto gasto calórico", apuntó.
"Este nuevo protocolo de alto gasto calórico debe considerarse para los pacientes con sobrepeso y obesos remitidos a rehabilitación cardiaca que son elegibles para el régimen de ejercicio de cinco a seis veces por semana", aconsejó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Philip A. Ades, M.D., professor of medicine, director of cardiac rehabilitation and prevention, University of Vermont College of Medicine, Burlington, Vt.; Gregg C. Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; May 11, 2009, Circulation, online |