Según investigadores, asegurarse de que las guaguas tengan suficientes horas de sueño permitiría prevenir la obesidad y el sobre peso.

Los niños de menos de 5 años que no duermen lo suficiente son más susceptibles a convertirse en obesos tempranos en su vida que sus congéneres que duermen mejor, según revela un estudio publicado el lunes pasado. “Hemos descubierto una fuerte correlación entre la duración del sueño nocturno a una edad pronta y la obesidad en los niños de entre 5 y 9 años de edad”, indican los autores de la investigación, publicada en losArchives of Pediatric and Adolescent Medicine.
Los investigadores encabezados por Janice Bell, de la Universidad del Estado de Washington y Frederick Zimmerman, de la Universidad de California (Los Ángeles), desarrollaron un estudio sobre 1.930 niños estadounidenses durante un período de cinco años, tomando en cuenta los factores que influyen en la ganancia de peso (peso de los padres, actividades físicas del niño…) y la cantidad de horas de sueño nocturno y de siesta. Se distribuyó a los niños en dos grupos: los menores de cinco años y los que tenían entre cinco y trece años. Los investigadores compararon los datos extraídos al inicio del estudio y los de cinco años después.
En promedio, los niños más jóvenes duermen diez horas por noche, mientras que los de más edad duermen 9 horas y media. Pero, en los dos grupos, había algunos niños que no duermen más que cinco horas y media por noche.
Cinco años después del inicio del estudio, 33% de los niños más jóvenes eran obesos o mostraban sobrepeso. En el grupo de más edad 36% estaba en ese caso. “En los niños más chicos, una débil duración del sueño al inicio del estudio aumentó muy fuertemente las probabilidades de que un niño de peso normal tenga sobre peso cinco años más tarde y de que un niño con sobre peso sea obeso cinco años después”, explican los autores.
Según ellos, asegurarse de que las guaguas tengan suficientes horas de sueño nocturno permitiría prevenir la obesidad y el sobre peso. Los autores del estudio reconocen lo difícil que es explicar cómo influye el sueño en el peso de las guaguas. Pero de acuerdo a los investigadores, menos sueño podría conducir a “menos ejercicio físico a causa del cansancio y de una alimentación más frecuente”, ya que el niño tiene más ocasiones para comer.

Publicado el 11/09/2010

Fuente:La Nación